lunes, 4 de octubre de 2010

“Herencias”: retratos de un yo

Gustavo Goñi expone su muestra de fotografías intervenidas “Herencias” en el hall del Rectorado de la UNR, córdoba 1814, hasta el viernes 15 de octubre. Arte e historia de vida conjugadas a partir de un cuadro.

“Herencias”, de Gustavo Goñi, es una muestra inspirada en un cuadro que el artista rescató del consultorio de su padre cuando tenía cinco años; cuadro en que se muestra la lucha entre la vida y la muerte.

Goñi describe a su muestra como una obra que no sólo es fotográfica, sino que tiene mucho de gráfica. Fotografías de cuerpos humanos, placas radiográficas y tomografías computadas  fueron la conjunción  que el artista utilizó en cada caso para reflejar su idea: el ser humano por dentro y por fuera.

Misterio. Para Goñi el misterio es qué pasa entre el adentro y el afuera, qué es lo que nos hace ser personas, “cuál es ese plus que nos hace ser más que un cuerpo: un cuerpo vivo”.

Encuentro. Su trabajo es el resultado de fotografías de figuras humanas, y el montaje que le da el nombre a esta muestra. Al artista le interesaba la conjunción del afuera y el adentro del cuerpo, de lo visceral, del esqueleto, y la belleza del cuerpo, belleza clásica ligada a la estética renacentista. “De esta fusión salen estas fotos”, dice el Goñi.

Herencias.
“Herencia de un cuadro.
Cuadro que miré de niño sin entender muy bien, entonces, qué significaba. 
Nunca supe si era una foto o un dibujo.  
Simplemente, lo veía de lejos. 
Representación de vida, muerte, lucha. 
Lo observo ahora de adulto, lo rescato, lo recupero.
Placas radiográficas de cuerpos anónimos. 
Lejanía y proximidad. 
Evocación de un olor definido: líquido revelador. Mi nariz, menos incipiente que la actual, asomaba a una pileta llena de  fragmentos  sobre  placas de acetato transparentes… que muestran y ocultan. Azulejos negros, a modo de laberinto, delimitaban una trampa de luz. Visión de huesos y estructuras internas . 
Un brazo (el de mi padre) se extiende hacia una caja de tubos fluorecenctes. Una mirada, detrás de unos anteojos gruesos, diagnostica.  
Salir de allí, para continuar  la vida.  Risas, sol y un gran patio para jugar…
El cuadro estuvo colgado en el consultorio de mi padre médico, expectante , esperando verme entrar alguna otra  vez. No pude desprenderme de él, ni en el pasado ni en el presente. Es parte de mi historia, de mis herencias.
Hoy, la obra habla de un posible encuentro. Dos generaciones, de una técnica que las une. Belleza y dolor. La construcción de una forma de mirar.”
(Gustavo Goñi, Agosto de 2010)

Sobre el artista.
Gustavo Goñi se inició en el arte desde pequeño. Sus padres lo traían desde su pago, Totoras, a un taller de dibujo en Rosario todas las semanas. Más adelante, estudió Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, y luego integró la Cátedra de Recursos Audiovisuales en la Escuela de Bellas Artes. Hoy se dedica principalmente a la fotografía de moda, reconociendo que la estética y la belleza son caminos que tienen mucho en común.

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