En el mes de la raza o de la “resistencia indígena”, una humana propuesta es retomar a una escritora como Patricia Bottale, quien a través de su libro “Un lugar para Francisco” supo encontrar la identidad del pueblo argentino y dar el espacio que se merecen a los aborígenes, verdaderos protagonistas de nuestra historia.
Patricia Bottale es profesora de historia y comenzó a desarrollarse y crecer en el campo literario a través de investigaciones en el ámbito universitario, escribiendo monografías y ensayos. En la actualidad participa en varias antologías y revistas nacionales e internacionales, a la vez que dirige talleres literarios y cursos de redacción, tanto en Rosario (Librería El Ateneo) como en la ciudad de Buenos Aires.
EL LIBRO
”Un lugar para Francisco” es una obra que nació en uno de sus talleres. A través de un ejercicio trabajó sobre poesía y una historia de amor; luego le fue agregando documentación histórica y finalmente terminó con la historia de un joven de nombre español, Francisco, que busca sus orígenes viviendo entre los aborígenes.
Bottale sostiene que el ciudadano común no se siente totalmente identificado con nuestro país. Esto se debe a que el 80% de todos nosotros provenimos de Europa, y que a ese círculo de nuestra identidad le falta ese pedacito que es la raíz autóctona.
El nudo argumental de la historia plantea la posibilidad de una nueva “americanidad”, basada en la integración de etnias nativas y occidentales, en la búsqueda de nuestra propia identidad. La historia arroja un mensaje que hace reflexionar sobre un país nuevo y justo, anhelado por todos, y al mismo tiempo, rescata del olvido la huella del aborigen.
Francisco es una voz que busca su lugar dentro de la heterogénea realidad de nuestra Patria. En ese camino, en su despertar, golpeará con dureza al reconocer la marginalidad de su propia vida. Francisco viene a ser todos los hombres buscando su lugar en el camino de la vida.
El final del texto muestra un mensaje conciliador, que busca la ausencia de discriminación, establecida desde hace décadas, dejando a la vez el sabor de la posibilidad de un país distinto.
LA OBRA MUSICAL
En el año 2006, el libro se transformó en una obra musical, de la mano de Juanjo Cura, quien además relató cada parte del espectáculo con la fuerza que caracteriza su voz.
Ese mismo año se estrenó en el teatro El Círculo, y al año siguiente en el Monumento a la Bandera, contando con un despliegue de más de setenta artistas en escena, entre músicos, cantantes, el Ballet El Trébol y un conjunto de instrumentos autóctonos y de orquesta.
En la primer parte de la historia, se presentan los instrumentos.
En una segunda parte, se puede observar la confrontación de las etnias, los pensamientos y la música.
Finalmente, en el tercer acto, junto con el mensaje conciliador, los instrumentos se aúnan.
Este año se presentó nuevamente en el teatro El Círculo, debutando como cierre de gala de las actividades oficiales del Bicentenario de nuestra Patria.
La obra musical fue declarada de Interés Municipal y de Interés Educativo Provincial por el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, por lo que el libro fue distribuido gratuitamente entre las escuelas de Rosario.
María Ana Garnero
Algo sabía sobre "Un lugar para Francisco"; ahora me siento interiorizada en el tema. Gracias!
ResponderEliminarBuenisima la nota! mi profesora del taller literario Marisa Martin hizo la crítica literaria del libro "Un lugar para Francisco".cuenta pendiente para leer!
ResponderEliminarQue buena nota y videos!
ResponderEliminarMuy interesante la nota. Dan ganas de leer el libro...
ResponderEliminarExcelente decisión final! ;)
ResponderEliminar¡Fui a ver la obra este año!
ResponderEliminarMuy buena nota.Ahora quiero leer el libro
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