La Toma: Galería de arte + espacio multidisciplinar

El Centro Cultural La toma abre sus puertas a la Facultad de Humanidades y Artes en un espacio destinado a la exposición y formación artística de los estudiantes. Una nueva posibilidad de encuentro y capacitación en un lugar de resistencia.

El proyecto La toma (g.a+e.m) surge a partir de una necesidad histórica de la Escuela de Bellas Artes ante la imposibilidad de los alumnos de acceder a la clínica de arte. Entendiendo esta inquietud -pensándola como posibilidad de potenciar la obra de los estudiantes- y gracias al acercamiento mutuo de la Universidad y La cooperativa de La toma, se firmó un convenio de cinco años para que puedan desarrollarse actividades de extensión universitaria en el subsuelo del Centro Cultural.

Pablo Silvestri, coordinador de actividades, expone cómo y a través de qué recursos se hizo posible la materialización de este proyecto.

Cursos, muestras de arte y talleres son pensados ahora en un espacio donde lo colaborativo y lo grupal se hace presente. En este sentido, más allá de que funcione como galería de arte, la idea es que no sólo sea un espacio para que los alumnos presenten su obra sino que se utilice como posibilidad de ayudarlos en su producción.

Para esto la clínica de arte se plantea como vía de intercambio y maduración junto a artistas consagrados de la escena nacional. Al hablar de clínica, Silvestri se refiere a que un estudiante con una producción prematura pueda acercar su obra a un artista con experiencia y que este lo oriente, a modo de tutor, ayudándolo potenciar su obra.

PENSAR EL ESPACIO

Galería de arte + espacio multidisciplinar tiene una carga tangible y simbólica que atraviesa todas sus prácticas, considerando su lugar de emplazamiento. “De alguna manera es una forma de apoyar a los trabajadores”, expresa Silvestri al hablar de cómo afecta el fallo judicial que resuelve la devolución del inmueble de Tucumán 1339 a los acreedores de la quiebra del ex supermercado Tigre.

Este espacio abierto e inclusivo busca fomentar la participación de estudiantes de la Universidad -no necesariamente ligados de manera directa al campo artístico- en pos del trabajo interdisciplinar y colectivo. Considerando que muchos de los espacios dedicados al arte dejan por fuera a muchos, Silvestri plantea que no se puede retroceder y seguir planteando un sistema vertical y elitista en torno al arte, en virtud de las conquistas ya logradas a lo largo de la historia en este ámbito.